miércoles, 25 de agosto de 2010

EL ARTE DE VIVIR EN PAREJA

EL ARTE DE VIVIR EN PAREJA
Como armonizar las diferencias.

Construcción de caminos para el encuentro amoroso.
Somos parte y somos todo.
Vivir con otra persona es muy difícil.
Vivir sólo es imposible.
Somos nuestros vínculos.
Somos parte de un todo.
Somos también un todo en sí.
Como es dentro es fuera.
Somos todo y parte.
¿Para qué vivir con el otro? Vivir con otro es un camino, no un punto de llegada. Para abandonar la soledad, formar una familia, compartir experiencias y vivencias, multiplicar gozos, dividir dolores, sentirse acompañado, concretar proyectos postergados, ser padre, ser madre, envejecer junto a alguien, recuperarse de una mala experiencia anterior, ordenar la vida sexual, ordenar la vida, hacer cosas por alguien, sentirse atendido, tener a quien dedicar los propios esfuerzos, ser reconocido...
El camino es importante si conozco el destino.
¿Con quien se vive al vivir con otro? Vivir con otro es vivir separados por un hilo y unidos por un abismo.
El arte de armonizar lo diverso.
Construir una relación entre dos es, entonces, tender un puente de amor entre las diferencias.
Vivir con otro es formar parte de un equipo.
Dos que conviven forman una sociedad.
Cuando formamos una pareja estamos invirtiendo en esa sociedad nuestro capital más sensible y valioso: el capital afectivo.
Un desacuerdo no significa que una persona esté equivocada y la otra tenga razón, sino que piensan diferente o tienen objetivos distintos.
Vivir con otro es vivir con un maestro. No es la persona que nos ama quien debe saber como amarnos, somos nosotros quienes debemos enseñarle a que nos ame del modo en que necesitamos.
Vivir con otro es vivir en un proceso permanente de siembre y cosecha amorosa. Amar con otro. El amor todo lo puede. Cuando hay amor todo se arregla. Amar es no tener que pedir perdón. Yo la amo y eso basta. Mi amor va ha hacer que el/ella cambie. El amor es un estado del ser.
Que maravilloso es poder amar a una persona sin esperar nada a cambio.
La convivencia armónica y perdurable con otra persona es el fruto de una tarea amorosa.
Vivir con otro es integrar un equipo que se nutre de la diversidad para enfocar un fin común que nos mejorará a ambos.
El amor nutre, ilumina, es motivo de celebración.
Vivir con otro es experimentar, juntos, la libertad de no estar atados a un mandato.
Culminamos nuestro camino en el amor. Llegamos al amor juntos.
Transformamos proyectos en efectos de una causa: productos de una convivencia, de un tránsito, de una historia, de lo vivido, lo gestado.
Te amo por lo que eres.
Vivir con otro es compartir una experiencia de diversidad y complementación. Cuando se convive amorosamente con otro, no hay espacio para vivir tres. Cuando el amor fecunda un vínculo y echa raíces en él, la fidelidad es una consecuencia natural y gozosa. Vivir con otro no significa sufrir con otro.
Para vivir con otro es necesario aprender a vivir solo.
Vivir con otro es compartir una atmósfera de enseñanza y aprendizaje en la que se resuelve un misterio esencial de la vida.
Donde hay amor no hay poder, donde hay poder no hay amor.
Todo ser vivo que recibe lo que necesita se transforma. Cooperar para vivir.
Somos parte de un todo.
La pareja es un camino hacia un destino.
Aprender a vivir con uno mismo.
Mejor bien acompañado que solo en compañía.
Sembrar y construir amor. El amor genera amor...
Convivir con amor y generar amor.
El amor no es fruto de la magia ni de la casualidad. Es la creación constante, responsable y única de dos seres convocados por esa maravillosa energía.
Vivir en pareja no es convivir en un campo de batalla luchando por el poder, sino en un espacio de siembra y construcción conjunta...


No hay comentarios:

Publicar un comentario