martes, 24 de agosto de 2010

PENSAMIENTO POSITIVO, ¿QUIEN MANDA EN TU VIDA?

PENSAMIENTO POSITIVO, ¿QUIEN MANDA EN TU VIDA?

Siendo consciente de tu identidad espiritual, estás conectado con tus verdaderas cualidades, y los pensamientos que creas desde esa conciencia son positivos.

Ventajas del pensamiento positivo:


- Eres más creativo.
- Tienes mayor claridad e pensamiento.
- Fortaleces tu habilidad de concentrarte en pensamientos de calidad que, a la vez, generan buenos sentimientos.
- Superar las presiones y las preocupaciones con más facilidad.
- Experimentas tranquilidad, serenidad, paz y alegría.
- Te encuentras más relajado físicamente.
- Te sientes más activo, con más energía.
- Tu energía fluye mejor. Mejora tu salud.
- Respiras mejor, más pausadamente y profundamente.
- Tu mente está en equilibrio y armonía.
- Se fortalece el sistema nervioso y digestivo.
- Tus relaciones son más armoniosas.
- Tienes más habilidad para aceptar a los demás con comprensión y sin expectativas.
- Tus pensamientos positivos influyen a los demás, compartes tu felicidad.
- Atraes a los demás con tu paz y armonía.
- Haces que los demás se acerquen a su verdadero ser y se sientan cómodos contigo.
- Rompes barreras y construyes puentes estables de comunicación y entendimiento.


Ser positivo significa encontrar siempre la mejor forma posible de responder a cada situación en tu vida.

Como mantener una actitud positiva ante la vida:
- Acéptate a ti mismo.

- Dedica tiempo de tu vida para conocerte a ti mismo.
- Evalúate y valórate de forma positiva.
- Da y recibe amor.
- Considera que el pasado es pasado.
- Se responsable de ti mismo.
- Valora lo positivo.
- Aprende y desarrolla tus recursos internos.
- Aprende y desarrolla las habilidades sociales.
- Se tu mismo.


Todos podemos elegir como responder ante una determinada situación, y ahí es donde empieza la verdadera libertad, que reside en la elección de cómo responderemos frente a las situaciones y aspectos externos a nosotros.
Observar los pensamientos para comprenderlos y responsabilizarse de ellos.
Donde se centra tu mente, se dirige tu energía.

“Así como piensas, así es tu vida.



Siembra un pensamiento, cosecha una acción.


Siembra una acción, cosecha un hábito.


Siembra un hábito, cosecha un carácter.


Siembra un carácter, cosecha un destino.”

Los pensamientos son como semillas: de ellos brotan nuestras actitudes y acciones.

Tu mente se fortalece y se cura si la alimentas con pensamientos positivos.

Valores positivos: alegría, paz, amor, honestidad, armonía, comprensión, confianza, felicidad, entusiasmo, cooperación, esperanza, generosidad, misericordia, respecto, solidaridad, tolerancia...
Haz que tu mente sea tu mejor amiga.

Lo invisible determina la cualidad de lo que es visible.
¿Qué es lo que piensas? Eres lo que piensas.
Donde hay conciencia, hay una elección.
La meditación nos conduce hacia lo autentico y eterno.
Planta positividad en tu mente.

Ocho leyes mentales:
1. Ley de causa y efecto.

2. Ley del enfoque y la atención.
3. Ley del autocontrol.
4. Ley de la creencia.
5. Ley de la correspondencia.
6. Ley de la expectativa.
7. Ley de la atracción.
8. Ley de la entrega.

EJERCICIOS DE RELAJACION:



Libertad interior:
Me relajo. Libero las tensiones. Genero un espacio de silencio. Voy hacia mi interior y dejo que mis pensamientos se vayan concentrando en la experiencia de paz. Por unos momentos, pienso en todas aquellas cosas que me afectan y que tienen una influencia negativa sobre mí. Las personas, las situaciones. Todo lo que me impide lograr un estado de libertad interior. A mí alrededor visualizo un circulo luminoso donde hay un gran poder de silencio. Nada puede llevarse mi positividad. Mi paz interior. Mi fortaleza y sabiduría. Puedo ser libre para pensar y sentir lo que elija. Internamente soy libre. No estoy a merced de nadie.



Ser un observador imparcial:


Me siento en una posición relajada y dejo que la tensión se disperse. Relajo los hombros y el cuello, respiro profundamente varias veces. Ahora, dirijo toda la atención hacia mi interior y observo lo que sucede en mi mente. Observo, y miro con atención. Me observo en diferentes situaciones, puedo identificar las cosas que más me afectan, las personas que más me influyen, la dependencia que tengo de mis posesiones, las circunstancias en las que me veo involucrado...observo como esos factores externos me influyen y cambian mi estado mental. Me falta confianza en algunas personas, pero con otras puedo expresarme libremente. Hay muchas influencias en mi vida. Creo pensamiento acerca de lo que quisiera expresar. Son las influencias de esos factores externos...me separo de ellos y observo mis cualidades internas, empiezo a sentir que la paz, la fortaleza y el amor son parte de mí. Son tan fuertes que no pueden ser influidos por los factores externos cambiantes. Creo pensamientos positivos sobre mí mismo. Soy un ser independiente de las diferentes influencias, y en mi interior hay muchas cualidades. Las siento. Disfruto siendo yo mismo en mi estado pacífico.


La belleza interior:


Me siento en una posición relajada, estoy cómodo. Dejo que estas palabras entren en mi mente. Dejo que mi cuerpo se relaje, mantengo la espalda recta, las piernas cómodamente apoyadas en el suelo, respiro profundamente... Ahora empiezo a observar mi mente con atención. ¿qué tipo de pensamientos surgen en mi mente? Son positivos, negativos... ¿cuál es su velocidad?, lenta, rápida... Observo mi mente con atención y recuerdo que puedo elegir mis pensamientos. Conscientemente, empiezo a redirigir mis pensamientos... Creo pensamientos positivos acerca de mi mismo...Pienso sobre mis buenas cualidades, identifico una cualidad determinada que sea especial para mí y que sienta que me convierte en un ser único. Quizás la cualidad de ser tolerante, dulce, paciente o cariñoso. Creo un espacio en mi interior para descubrir mi mejor cualidad, y durante unos instantes pienso en ella. En mi mente veo la belleza de esa cualidad y observo cómo me siento... Soy dulce, soy amable, y a medida que experimento esas cualidades especiales, empiezo a sentirme mejor conmigo mismo. Ahora me imagino utilizando esa cualidad en mis interacciones con los demás. ¿Cómo me siento cuando expreso y pongo esa cualidad en práctica? Usar una cualidad hace que crezca, y a la vez crecen los buenos sentimientos que tengo sobre mí como un ser humano único. Disfruto de esos sentimientos durante unos instantes, y, poco a poco, respirando profundamente, soy consciente de que estoy aquí y de mi entorno en el que voy a expresar mi belleza interior.


Paz en la mente:


Ahora podemos experimentar creando un pensamiento positivo sobre uno mismo y viendo cuánto tiempo podemos mantenerlo. Tenemos que aprender a convertirnos en nuestro mejor amigo. Un pensamiento positivo es imaginarse a uno mismo como un ser de paz. La paz se considera como el poder y la cualidad original del ser humano. Para concentrarnos con facilidad, imaginemos un punto de luz, un pequeño punto de energía en el centro de la frente. Enfocamos nuestra atención en ese punto, nos relajamos y empezamos a crear estos pensamientos: ¿Quien soy? ¿Quién soy realmente? Me dirijo hacia mi interior para conocerme a mí mismo. Voy a observar por unos instantes la pantalla de mi mente. Me doy cuenta de los pensamientos e imágenes que veo en la pantalla de mi mente, pero no me dejo influir por ellos. Simplemente los observo, y voy permitiendo que fluyan. Los suelto, los dejo ir. Creo un espacio entre yo y mis pensamientos, entre yo y mi corriente de sentimientos. Me siento en paz y en calma, puedo elegir lo que pienso. El sentimiento de poder elegir hace que me sienta más fuerte. Soy fuerte, pacífico y tranquilo. Soy energía positiva, que permanece en lo profundo. Soy un ser pacífico, calmado; paz es armonía, equilibrio. Pienso sobre mis buenas cualidades: la determinación, la generosidad, la alegría. Pienso en todas las cosas positivas que he hecho durante el día, en todas las cosas buenas que he aprendido. Aprecio las cualidades y virtudes de las personas. Ahora, en estos momentos, vuelvo a la esencia de mi ser, a mi naturaleza original de paz y equilibrio. En silencio, durante unos instantes permanezco en este pensamiento de completa paz. Soy paz.


Soberanía interior:


Me siento tranquilamente, en calma y relajado, inspirando y espirando profundamente...alejando mi mente de todas las tensiones y las preocupaciones, permaneciendo libre y en paz. Todos aquellos pensamientos que en estos momentos vengan a mi mente y no sean importantes, simplemente, los dejo pasar... yo soy el creador de mis propios pensamientos. Pienso sobre el poder de la motivación, el poder de la voluntad. Originalmente, yo era un ser libre para escoger lo que quería, para decidir cuándo lo quería, sin influencias..., desde una profunda paz y confianza en mí mismo, una intuición natural y el conocimiento de lo que es correcto. Esto es lo que me hace libre. Me encuentro relajado y observo atentamente mi personalidad... mi carácter y la vida que llevo... ¿Soy quién quiero ser? ¿Mi carácter se corresponde con mis ideales? ¿Llevo la vida que quiero llevar? ¿Soy independiente? En mi interior, se encuentra el poder para liberarme a mí mismo. La capacidad para sentirme como un ser autónomo, con una mente libre, tan pacífico como desee, tan positivo como quiera ser. Y mis sentimientos se encuentran en armonía, libres de ataduras, libres de influencias. Si quiero relajar mi cuerpo, puedo conseguirlo. Si elijo pensar en positivo, puedo pensar en positivo. Si quiero ser emocionalmente libre, y aún así estar involucrado en el mundo sin someterme a los demás, puedo hacerlo si lo deseo. Si realmente quiero algo, puedo hacerlo. El poder de los pensamientos es tan grande, que si pienso que puedo hacer algo, el poder estará ahí para lograrlo. Si pienso sobre mi propia vida y quiero cambiar alguna cosa, es posible si es una elección consciente, que surge de lo profundo de mi corazón. Si mi intención es noble y pura, los resultados serán buenos. De esta manera, mi vida es mucho más fácil, ya que vivo desde una intuición interior y un claro entendimiento, libre de motivación egoísta, y aún así, elijo lo que quiero para mi propia vida. Esto me da libertad y me hace ser pacífico. Una y otra vez, me pregunto ¿soy libre?... Libre para crear los pensamientos que quiero crear, cuando quiero, tan a menudo como quiero, durante tanto tiempo como quiero. Soy el amo y el creador de mi propio mundo, de todo lo que pienso.


El ser de luz:
 Soy consciente de mí mismo y de lo que me rodea. Miro mi vida como un observador desapegado. Observo los diferentes papeles que interpreto durante el día. Veo hasta que punto soy capaz de desprenderme de ellos cuando he interpretado mi papel y la escena ha terminado. Puedo ser yo mismo. Estoy liberado de mis roles. Me libero de la conciencia de mi cuerpo. Me vuelvo liviano, sin cargas, sin pesos. Soy sólo conciencia pura, soy luz. Soy un minúsculo punto de luz que irradia del centro de la frente. Irradio las cualidades innatas del ser. Irradio vibraciones de paz, irradio vibraciones de amor. Soy paz, soy amor, soy luz.


Retornar a mi esencia:


en primer lugar, dedica unos instantes para darte cuenta de cómo te sientes en este preciso momento. No es necesario que se lo expliques a nadie ni que lo escribas en un papel, a menos que desees hacerlo. Simplemente, deja que tus pensamientos, recuerdos y sentimientos surjan en tu conciencia, sin juzgarlos, simplemente observándolos. Intenta ser consciente de lo que estás experimentando. En primer lugar, sé consciente de tu cuerpo: ¿Cómo te sientes? ¿Qué músculos estás tensando? ¿Qué parte de tu cuerpo sientes relajada? Observa el ritmo de tu respiración. Sé consciente del latir de tu corazón y de la circulación de la sangre por todo tu cuerpo. Ahora, sé consciente de tus sentimientos: ¿Qué sentimientos estás experimentando? ¿Percibes en ti algún sentimiento negativo? ¿Cuáles son los sentimientos positivos más elevados para ti? Sé consciente de tus pensamientos, observa el fluir de los pensamientos a medida que van apareciendo: ahora, imagina que delante de ti hay un enorme cofre vacío. Empieza a meter todas las posesiones materiales que tengas (libros, muebles, zapatos, ropas, alhajas, etc.), todo aquello que te pertenezca. Asegúrate de que tu casa ha quedado vacía y luego colócala también en el interior del cofre. Ahora, mete a todas las personas que conozcas (amigos, parientes, pareja, colegas) y a todas aquellas personas con las que pasas algún tiempo.pon en el interior del cofre a todo el mundo que conozcas. Ahora, guarda todos los papeles que interpretas en la vida, tus papeles como miembro de una familia, amigo, pareja, y también tu trabajo. Ahora, coloca todos los juicios que emitas sobre ti mismo. Pon también tus emociones (ira, felicidad, excitación, aburrimiento); guarda todos tus pensamientos, creencias, actitudes, opiniones, ideas. Ahora, mete tu cuerpo y observa cómo entra en el cofre. Fíjate en todo lo que hay en el cofre, obsérvalo. Con los ojos cerrados, pregúntate quién está observando el contenido del cofre. Ahora, busca tu cuerpo en el cofre y colócatelo. Sal del cofre y mira a tu alrededor lentamente. Verás la habitación en la que estás sentado. Siéntate en tu silla o dónde estabas al comenzar este ejercicio. Siente la presión de la silla en tu espalda, sé otra vez consciente de tu cuerpo y cuando estés preparado, abre tus ojos, pero quédate en silencio durante un rato.


Espiritualidad en la práctica:


En la pantalla de tu mente, haces un balance de lo sucedido a lo largo de la semana. Piensa en la conciencia que has tenido sobre ti mismo. Piensa en las acciones que has realizado. ¿Se han basado en una conciencia positiva de ti mismo? ¿Puedes ver las intenciones detrás de tus acciones? Ahora, lenta y suavemente me centro en mi interior. Me observo a mí mismo. Reconozco mis cualidades positivas, las cosas que más valoro en la vida. Veo mi vida con significado y un propósito. Aprendizaje y crecimiento. Fortaleza interior. Fuerte y con seguridad para dar respeto a los demás. Para respetarme a mí mismo. Para amarme a mí mismo. Para amar a los demás. Me siento en calma y en paz. Libre para experimentar las cualidades que tengo en mi interior. Y ahora, por unos instantes, vamos a generar sentimientos de paz y de serenidad. Vamos a compartir pensamientos y sentimientos de paz.

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