miércoles, 25 de agosto de 2010

REMEDIOS PARA EL DESAMOR, COMO AFRONTAR LA CRISIS DE PAREJA

REMEDIOS PARA EL DESAMOR, COMO AFRONTAR LA CRISIS DE PAREJA
Siempre estarás en mi corazón...

Para desear algo es necesario conocerlo antes, ya que no se puede amar lo que no se conoce.
El amor es una complicada realidad que hace referencia a múltiples objetos o aspectos de la vida.
La vida del hombre debe ser siempre una organización sistematizada que resuelve el presente y se proyecta sobre el futuro.
La vida es argumental.
La vida no se improvisa, se programa.
El proyecto de vida personal es el mejor camino para alcanzar la felicidad.
Llegar a ser uno mismo.
Los proyectos son las articulaciones que enlazan las distintas etapas de la historia personal.
El hombre romántico observa la vida y la vive exclusivamente desde el ángulo de los sentimientos.
El hombre clásico busca la armonía entre la forma y el contenido, entre lo exterior y lo interior.
¿tu que eres?
Seducir es arrastrar hacia uno a esa otra persona mediante una atrayente fascinación multicolor que, en sus comienzos, pretende deslumbrar.
El amor es el fin del hombre y el principio de la felicidad.
No hay verdadero amor sin elección.
Amar a alguien es necesitarlo.

“Desmayarse, atreverse, estar furioso,

áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso,
no hallar fuera del bien, centro y reposo,
mostrase alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso.
Huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor. Quien lo probó lo sabe.”

Amar a una persona es necesitarla, buscarla, ir tras ella, desearle lo mejor, aspirar a compartirlo todo.

El enamoramiento es algo misterioso, etéreo, indescriptible, maravilloso, que transforma a la persona y le hace descubrir todo lo grande y hermoso de la vida.
El amor transforma mi realidad pasada y presente, pero sobre todo ilumina mi futuro.
En el amor auténtico hay ternura.
La ternura se alimenta de comprensión.
El amor en el que hay ternura se experimenta como deleite armonioso.
La mejor manera de proteger el amor entre un hombre y una mujer es llenarlo de valores humanos, de espiritualidad, pero sin desconocer la importancia de la vertiente del cuerpo.
La respuesta al sentido de la vida: amor. Por el amor tiene sentido la vida.
Amar es darse, entregarse, regalar lo mejor de uno, buscar el bien del otro, olvidando el egoísmo y la preocupación por uno mismo.
Amar es afirmar, aprobar, complacer, querer lo mejor para el otro.
Capacidad de amar es capacidad de dar.
Amar de verdad a una persona es querer compartir la vida con ella y envejecer juntos.
El amor es una forma excelente de conocimiento que hace que la búsqueda culmine en encuentro: es la satisfacción de haber dado con una persona que ilumina el panorama personal presente y futuro.
El amor es, ante todo, un sentimiento, que cautiva positivamente y se acompaña de una fuerte atracción, de una tendencia a estar y a compartir la vida. El amor auténtico disuelve y alivia las tensiones que deslizan y navegan dentro del hombre y cura sus principales heridas. No hay amor maduro y perseverante sin renuncia ni sacrificio escondido. El amor se vive como una tendencia a estar con la persona amada. La cualidad del amor conyugal sólo se alcanza cuando, tras repetidos esfuerzos, sus distintos componentes viven en un equilibrio proporcionado. El amor auténtico perfecciona al hombre, amplía su horizonte existencial y se caracteriza por la entrega, la donación y la generosidad. Cuando el amor es auténtico, cuando hay verdadera comunicación física, psicológica, espiritual y cultural, quienes lo viven se llenan de paz y de gozo, de serenidad y de confianza recíproca. El amor auténtico tiene siempre un valor moral. La tendencia psicológica alude a la necesidad de conocerse el uno al otro. El amor con un componente espiritual se hace trascendente. La vida sin una teoría firme no es nada. Así nacerá un amor pétreo, granítico, fibroso, hecho de los materiales humanos más nobles, inquebrantable, acorazado. El amor más pleno es aquel que tiene unas notas referentes de espiritualidad. El amor debe apoyarse en unas creencias comunes. La creencia es una actitud que parte de la fe y que conduce a una disposición positiva.
Hay que cultivar el amor cada día, día a día. Amar es complacer, regalar, darse, satisfacer a la otra persona, pero también es pedir, solicitar, demandar. El amor conyugal como proyecto de vida en común, necesita de la voluntad. En la convivencia conyugal, el ejercicio de la voluntad es decisivo para acrecentar y preservar el amor. El valor de la voluntad está estrechamente relacionado con la libertad. La voluntad tiene la misión de modelar el amor en el hombre. La voluntad vive y se desvive en corregir, pulir, modificar, rectificar, rehacer, aumentar y perfeccionar el amor.
El amor entre un hombre y una mujer debe ser un acto inteligente, pues da a la vida afectiva las raíces que necesitará con el paso del tiempo. El amor como tendencia de la voluntad hacia algo bueno, asume e integra el sentimiento y se hace personal gracias a que es meditado y razonado. Amar con el corazón y con la cabeza. Amar es comprometerse. El amor hay que cuidarlo a base de detalles. La fidelidad se sustenta en continuas y pequeñas lealtades para conseguir así perseverar en el amor. La fidelidad se desliza hacia la felicidad merced a una perseverancia amorosa. La esencia del amor consiste en la entrega de uno mismo a la persona amada. En el amor, uno y otro se dan y a la vez se pertenecen. El hombre no puede vivir sin amor. Un amor bien pertrechado, maduro, rico y compacto, hace al hombre más libre.

El mejor amor es aquel que lo da todo, que no se guarda nada y que busca el bien y la felicidad de la otra persona. Si el amor es, por esencia, espiritual, quien lo vive se inunda de sus mejores productos: alegría, vitalidad, paz interior, dinamismo. Amar es vivir en , desde y para la persona amada. El amor es capaz de inspirar todo lo grande, noble, bello y hermoso que se pueda pensar. El amor es esclavitud y libertad, sujeción y emancipación.



Convivir es compartir.

Dos ingredientes esenciales de la vida son: tener ideas claras y saber lo que uno quiere.

El matrimonio no es un estado fijo, sino un proceso en movimiento.

REMEDIOS PARA EL DESAMOR:

1. BORRON Y CUENTA NUEVA: para empezar a arreglar una situación difícil es necesario esforzarse por asumir y digerir el pasado.
2. ESFORZARSE POR NO SACAR LA LISTA DE AGRAVIOS: la lista de agravios es ese inventario de pequeños y grandes errores, fallos, defectos y fracasos que se acumulan tras la convivencia.
3. EL RESPETO MUTUO EN TRES DIRECCIONES: palabra, obra y gestos. La consideración en el trato debe basarse en el aprecio y la dignidad de la persona. El respecto de la palabra tiene una gran fuerza.
4. PARA ESTAR CON ALGUIEN HAY QUE ESTAR PRIMERO CON UNO MISMO.
5. LA VIDA CONYUGAL TIENE QUE SER ARGUMENTAL: el aburrimiento es uno de los grandes enemigos de las parejas. La vida humana tiene que ser argumental: ha de tener unos objetivos, un programa, unos proyectos, ilusiones y motivos para andar juntos.
6. EVITAR DISCUSIONES INNECESARIAS
7. TENER UNA VIDA SEXUAL SANA, POSITIVA Y CENTRADA EN LA COMUNICACION.
8. HACER REPETIDOS ESFUERZOS DE VOLUNTAD POR MEJORAR Y PULIR LAS DIFICULTADES DE LA CONVIVENCIA.
9. ECHARLE A LA VIDA SENTIDO DEL HUMOR.
10. APRENDER A REMONTAR MOMENTOS, DÍAS O SITUACIONES DIFÍCILES.
11. SABER ESCUCHAR, APRENDER A DIALOGAR Y ADQUIRIR HABILIDADES EN LA COMUNICACION.
12. SABER UTILIZAR LA MANO IZQUIERDA: Diplomacia.
13. LOS DIAS ROSAS: Dime que te gusta que te voy a dedicar un día.
14. SABER QUE LA VIDA TIENE ACTIVO Y PASIVO.
15. FRENAR LA TENDENCIA A CONTROLAR, VIGILAR E INSPECCIONAR AL CONYUGE.
16. FRENAR EL LENGUAJE INTERIOR NEGATIVO DEL CONYUGE.


DECALOGO PARA LA CONVIVENCIA CONYUGAL:
1. Estar siempre dispuestos a dar y recibir amor.
2. Tener muy en cuenta que lo importante es lo pequeño.
3. Luchar por no ser tan hipersensible en la convivencia.
4. Procurar evitar discusiones innecesarias.
5. Tener capacidad de reacción tras momentos/ratos/días difíciles.
6. Cuidar el lenguaje verbal y no verbal, sabiendo que cualquier conducta humana es comunicación. Por eso, atender muy especialmente a tres ingredientes esenciales de la comunicación: respecto, comprensión y delicadeza.
7. Poner el máximo empeño para que no salga la lista de agravios.
8. Tener el don de la oportunidad.
9. Todo comportamiento necesita de un cierto aprendizaje. El amor de la pareja consiste en una relación compleja en la que se intercambian recompensas presentes y futuras, lo cual requiere la adquisición gradual de una serie de habilidades que apuntan hacia la búsqueda de campos magnéticos positivos.
10. Para lograr una correcta estabilidad de la pareja es necesario adquirir habilidades para la comunicación.


DIEZ CONDUCTAS VERBALES POSITIVAS:
1. Lenguaje habitual concreto y bien especificado. Los tres niveles de la comunicación han de ser claros: emisor--> mensaje--> receptor.
2. Tener siempre una visión positiva de la vida conyugal, sin desconocer las dificultades reales, para descubrir lo bueno y gratificante que hay entre los dos.
3. Gratificaciones orales frecuentes: pequeños elogios, palabras amables, comentarios positivos, etc.
4. Procurar que exista un buen número de conductas asertivas.
5. Evitar fórmulas negativas categóricas, tajantes: nuca, jamás, intolerable, inaguantable, etc.
6. Expresar más y mejor los sentimientos de afecto y hacerlo de forma tácita, explícita: un pellizco, coger la mano, decir alguna frase cariñosa, hacer una mención agradable del aspecto físico y/o del vestido, etc.
7. Sinceridad, pero evitando la crudeza. Todo se puede decir, dependiendo de cómo se haga. Hay que utilizar la mano izquierda.
8. Aprender a no dramatizar, a no convertir las dificultades en asuntos insalvables. Cuidar el volumen de la voz (las voces, gritos y comportamientos similares erosionan la estabilidad de la pareja y dificultan un acercamiento tanto próximo como remoto) y el tono (evitar el tono monocorde, insertar frecuentes inflexiones de voz).
9. Que los hijos reciban siempre de sus padres los mismos códigos de conducta (consecuencia de que están de acuerdo en la forma en que han de ser educados).
10. Respetar a los hijos también de palabra, obra y gestos (lenguaje verbal, conducta y lenguaje no verbal). Al hacerles observaciones sobre algo negativo de su comportamiento, utilizar una pedagogía positiva que favorezca la posible mejora (te han suspendido por no estudiar, pero tengo confianza en que de ahora en adelante pondrás más de tu parte, sé que me has mentido en eso, pero tú tienes un fondo bueno y estoy seguro que te esforzarás por cambiar en este punto...)


DIEZ CONDUCTAS NO VERBALES POSITIVAS:
1. La cara es un auténtico alfabeto de señales. Hay que aprender a poner buena cara, a tener gestos faciales positivos, constructivos (esto corresponde a un código de significaciones afectivas para ambos).
2. Cultivar expresiones faciales de afecto: caras tranquilas, sonrisas acogedoras, miradas simpáticas... son siempre el mejor envoltorio del lenguaje verbal.
3. Después de un enfado, de una situación de tensión, disgusto, desacuerdo o discusión, evitar silencios muy prolongados, ya que pueden ir a más y hacer que sea difícil iniciar la reconciliación. Hablar, comunicarse, tender un puente de acercamiento mediante algunas palabras.
4. Asimismo, en estas circunstancias es muy conveniente ensayar algún gesto, mueca o ademán de aproximación ( mirada divertida, guiño simpático, signo de que aquí no pasa nada...) que rompa con esa dinámica esencialmente desagradable que atrinchera más en su posición a cada uno.
5. Acompañar el diálogo y el seguimiento del discurso del otro con gestos de atención y aprobación (movimiento de la cabeza en sentido afirmativo, alguna breve interrupción que apoya el contenido explicativo del otro, etc.).
6. Cuidar el aspecto físico, desde la higiene personal al vestido. Muchas veces el abandono, la dejadez o la apatía en estos aspectos conducen a una desidia en la apariencia externa (que es reflejo de una indolencia interior). No olvidar que el vestido y sus formas no son otra cosa que una cierta imagen de la personalidad.
7. Frenar los hábitos cognitivos negativos. Dicho de otra forma, combatir los errores en el procesamiento de la información que tan a menudo suceden en este campo y que consisten en una especie de lenguaje interior negativo e hipercrítico del otro, que como una especie de ronroneo interior descansa sobre los siguientes puntos: magnificación negativa de algún suceso; reparar sólo en los fallos de la conducta del cónyuge siendo incapaz de reconocer lo bueno; mantener un discurso privado con descalificaciones del otro; dicotomías irreconciliables.
8. Procurar que exista siempre una estrecha relación entre estímulo-->respuesta.
9. Tener el don de la oportunidad.
10. Tener un esquema psicológico y biográfico de la otra persona adecuado a la realidad.


DECALOGO PARA LA VONVIVENCIA CONYUGAL:
1. Estar siempre dispuestos a dar y recibir amor.
2. En la vida conyugal lo importante es lo pequeño, lo menudo.
3. Una persona muy susceptible puede llegar a convertir la convivencia en algo insoportable.
4. Evitar discusiones innecesarias.
5. Si no se ha podido evitar lo anterior, hay que tener capacidad de reacción y no dejar que esa situación vaya a más.
6. En la vida de pareja hay que saber que tan importantes son las palabras y la conducta.
7. Para que una pareja se mantenga con cierta firmeza es clave procurar que no salga la lista de agravios.
8. Tener el don de la oportunidad para plantear cuestiones más o menos conflictivas o tomar decisiones de cierta importancia.
9. El amor entre un hombre y una mujer no es algo vago y difuso, aunque nos cueste definirlo.
10. Para lograr una adecuada estabilidad de la pareja es necesario adquirir habilidades para la comunicación.


Siempre es tiempo de rectificar el rumbo, corregir la dirección y desandar el camino...






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