1. Relajémonos sentados cómodamente.
2. Imaginemos que nos adentramos en un frondoso bosque. Podemos sentir la frescura y el olor de las hojas.
3. Llegamos a un claro, en el centro del bosque. Allí hay un círculo de piedras.
4. Tomémonos nuestro tiempo y luego entremos en el círculo de piedras.
5. Un anciano aparece en el claro y entra con nosotros en el círculo.
6. Respiremos profundamente y hagámosle una pregunta de algo que nos importe.
7. Atendamos su respuesta.
8. Agradezcamos y despidamos de la presencia y del lugar.
9. Volvamos a nuestro lugar en el presente y meditemos la respuesta recibida.
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